Benzema, el protegido

Karim Benzema llegó al Real Madrid en 2009. Su rendimiento, repleto de altibajos, nunca ha cumplido con las expectativas. Su irregularidad y su frío carácter no han calado en el madridismo aunque los esfuerzos por una parte de la prensa a la hora de exagerar los detalles de calidad del francés han logrado mantener casi siempre al futbolista lejos del foco de la crítica de una afición por antonomasia intolerante con la indolencia. 

El periodismo de trinchera ha sido es el mejor aliado de Benzema. 

Benzema ha defraudado en lo deportivo. Fue fichado por 35 millones. La fe en el internacional francés era tal que de los seis millones extras contemplados en el traspaso como variables y que podían cifrar el fichaje en 41 kilos, dos iban en función de la conquista del Balón de Oro y el FIFA World Player. Sin embargo, el galo no ha logrado siquiera la titularidad indiscutible en el Real Madrid. Su clase y calidad no se discuten; su apatía y su escasa aportación, tampoco. 

Pocos jugadores en el Real Madrid han contado con más oportunidades que el francés, tanto dentro como fuera del terreno de juego. El Real Madrid ha tenido paciencia en lo deportivo y ha hecho la vista gorda en lo extradeportivo. Si lo primero puede considerarse una virtud, a la paciencia me refiero, lo segundo es un error se mire por donde se mire. El galo, inofensivo la mayoría de las veces cara al gol, es un peligro para la seguridad vial. Al volante, el ‘gato’ se transforma en guepardo. 

Benzema se enfrenta a pena de cárcel de 3 a 6 meses tras ser ‘cazado’ a 216 km/h por la M-40. No es la primera vez, sin embargo, que el futbolista tiene problemas con los coches y con la justicia. El delantero tiene tras de sí un largo historial de incidentes automovilísticos. Al poco de su llegada al Real Madrid, Benzema chocó su Audi Q7 contra una valla y salió empotrado contra una encina. Apenas unos días después, durante las vacaciones de Navidad, también salió ileso de otro accidente, esta vez en la Isla Reunión, en el Océano Índico, y a bordo de un Lamborghini. Ya en 2011, el delantero fue multado por conducción temeraria y hacer carreras por el centro de Ibiza a los mandos de un Porsche. 

Todos estos incidentes con el coche se suman a la causa abierta que tiene el delantero galo por supuesta prostitución de menores y que le podría acarrear penas de hasta tres años de cárcel. 

Dada la tendencia  permanente a demonizar a otros jugadores, extraña tanta manga ancha con el francés, y es que se le ha dado más caña a Coentrao por fumar que a Benzema por delinquir –siempre, mientras no se produzca sentencia firme condenatoria, presuntamente-. Por eso, es hora que alguien le pare –nunca mejor dicho- los pies. Si ya es tarde para educar a la persona, que al menos no se le justifique. “Todos en algún momento hemos ido más rápido de lo que marca la ley", dice Butragueño. Lamentable.

Sígueme en Twitter en @Blog_ElCanchero