Un prometedor futbolista que por el camino perdió incluso esa condición se ha convertido en un crack. Es el jugador del momento. No hay discusión. Su nombre es Diego Costa.
Su trayectoria no ha sido fácil. Su mérito tremendo. Nunca bajó los brazos. Cuando nadie creía en él, él nunca dejó de hacerlo. Su carácter desmesurado es su fuerza.
Es un delantero imposible de calificar. Imperfecto y torpe en apariencia pero efectivo siempre. Por eso, tal vez, descifrar su juego resulte tan complicado para las defensas contrarias; imparable cuando alejado de los cánones futbolísticos agacha la cabeza y embiste la portería contraria; inaccesible cuando aguanta el balón de espaldas lejos de su área; insoportable cuando se convierte en el primer defensor de su equipo.
Jorge Valdano lo define a su manera: “es un defensa jugando de delantero, nunca vi a un delantero pegar tanto". El actual Costa vale por dos...ataca, defiende, golea, asiste. El Atlético, con Diego, siempre juega en superioridad numérica. Su hábitat no es solo el área contraria.
No es un delantero al uso, es un arma de destrucción masiva.
Los números no engañan. Y no me refiero a lo obvio, los goles, sino a lo que en baloncesto llaman los intangibles.
La temporada pasada realizó más faltas que cualquiera de sus compañeros de la línea defensiva y recibió más infracciones que Cristiano Ronaldo y Messi. Este curso lleva ya más faltas cometidas que las realizadas por Benzema durante la pasada temporada y en 8 jornadas ha recibido el doble (30) de las recibidas por el francés en la Liga 2012-2013.
La temporada pasada realizó más faltas que cualquiera de sus compañeros de la línea defensiva y recibió más infracciones que Cristiano Ronaldo y Messi. Este curso lleva ya más faltas cometidas que las realizadas por Benzema durante la pasada temporada y en 8 jornadas ha recibido el doble (30) de las recibidas por el francés en la Liga 2012-2013.
Ahora nadie le quiere como rival pero todo el mundo le querría en su equipo. Seguramente ésa sea su mejor carta de presentación. Diego Costa, como dijo el poeta, mira al frente y sigue el trote...o al galope.
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Los que le vimos todos sus partidos en el Rayo estábamos convencidos de ello. Era una máquina, metió 10 goles en 16 partidos y dio otras tantas asistencias. Lo mismo remata que contragolpea.
ResponderEliminar...y los que le vimos, pero de verdad, el año pasado, y algún partido antes de su lesión, sabíamos que era más jugador que el colombiano -grandísimo rematador que es mucho, pero nada más-. costa el año pasado vivió al servicio de falSao, había que tenerle contento por si se decidía a quedarse... e incluso cuando el otro desapareció desde el mercado de invierno durante tres meses porque no se fue, Costa se echó el equipo a la espalda y fue el artífice de toda la trayectoria en copa. Este año, sin servidumbres y con un villa tan generoso como él, está que se sale. Ojala siga muchos años en Atleti, encaja perfectamente con el carácter de nuestra afición. Un rebelde.
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