El amiguismo y el periodismo de camiseta son los peores enemigos del periodismo deportivo. Hoy día es difícil encontrar a periodistas que escapen a algunos de estos males que manchan ya incluso a algunos de los autoproclamados gurús del periodismo deportivo de nuestro país. A aquellos incluso que se creen facultados para expedir carnets de periodistas al resto…los mismos que sin ningún pudor califican de ‘basura’ el trabajo de otros ‘colegas’.
Santi Segurola se encontraba crecido a principios de temporada con la situación que atravesaba Fernando Llorente. El periodista apenas podía disimular su alegría. La difícil adaptación del ex jugador del Athletic a su nuevo equipo reforzaba sus argumentos. Unos argumentos construidos más sobre acontecimientos subjetivos -sentimiento hacia el Athletic y compadreo con Bielsa- que en hechos objetivos, propósito que al menos debería perseguir cualquier profesional dedicado a esta “santa profesión”, que diría José María García.
Antes era mejor profesional el que estaba en el meollo, el periodista con contactos, el que trabajaba sobre el terreno. Ese contexto ansiado para cualquier periodista contamina ahora más que ayuda. La crítica, necesaria siempre, se vuelve agria, personal e injusta cuando se traspasa ciertos límites. La amistad de Segurola con Bielsa y su amor hacia el conjunto vizcaíno –legítimas ambas cosas- le llevaron a elevar esa crítica más allá del terreno periodístico. Lo personal se antepuso a lo profesional.
El mayor grado de acidez del periodista en su crítica al de Rincón del Soto llegó precisamente cuando éste se encontraba más desprotegido en los albores de su nueva etapa en Turín. El 17 de septiembre Tuttosport dedicaba una durísima portada al futbolista español: “¿Es solo guapo?" Segurola no tuvo reparo en dar respuesta a tan irrespetuosa pregunta para dar la puntilla a Llorente. Y ahí el periodista se cebó con el riojano en una de las tertulias mañaneras de Radio Marca. Vino a decir que Fernando Llorente era un futbolista peculiar que solo podía rendir en un entorno como el del Athletic, arropado y consentido, y llegó a calificar al delantero como un jugador limitado, sobrevalorado e incluso poco profesional.
Pasados los meses, Llorente es titular indiscutible en su equipo e ídolo de los tifosis de la Juve. Suma 11 goles y es el delantero más efectivo del Calcio. Ahora Segurola no se da por aludido y no dice ni 'mú'. Qué equivocado estaba Kapuscinski, afamado periodista biolorruso, que decía que los cínicos no sirven para este oficio. Ahora sería al revés, si no eres cínico no sirves para este oficio.
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