En
España no es habitual la dimisión. Por eso, hay que agradecer a Xavi, Xabi
Alonso o Villa el último servicio prestado a la selección casi tanto como los
anteriores. Estos jugadores han sido lo mejor del fútbol español en toda su
historia y demostraron después del Mundial la misma clarividencia que habían
mostrado durante años dentro del terreno de juego. Su ciclo se había terminado.
Lástima para España que esa misma clarividencia no la tuvieran otros. Sobre
todo, el seleccionador.
Un
Mundial merece agradecimiento eterno para los que lo consiguieron, y eso a Vicente
del Bosque no habrá quién se lo quite. Pero el seleccionador se equivocó al no dar un paso
al costado después del Mundial de Brasil. Una equivocación ‘aceptable’
entonces. Del Bosque estaba legitimado a poder decidir, y si hubiese tenido un
plan para impulsar una nueva etapa en la selección, podría incluso haber sido
una equivocación ‘consecuente’. La toma de decisiones siempre conlleva riesgos
pero la misma, independientemente del resultado, implica
valentía, ilusión, ganas…Sin embargo, 8 meses después ya no solo se intuye que Del
Bosque no tenía ningún plan concebido sino que tampoco tiene la energía
suficiente para liderar una transición,
que él mismo calificó como dulce y que como poco ya es agridulce.
De Gea, Javi Martínez , Thiago, Koke, Isco y Diego Costa no
son a día de hoy lo que otrora fueron Casillas, Puyol, Xavi, Xabi Alonso, Iniesta o David Villa, y seguramente nunca lo sean pero tampoco son cojos. No se puede
comparar pero entre una generación y otra hay un término medio del que ahora
mismo se está muy alejado. Las lesiones de alguno de ellos puede ser la única
coartada a favor del seleccionador pero no son solo las decisiones las que
delata la ‘incapacidad’ de Del Boque para afrontar el cambio. Son gestos,
actitudes, vicios…una mochila cargada ya de muchas piedras para poder seguir avanzando con paso firme.
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