Cuantas más explicaciones necesita una decisión, peor suele ser la misma. Eso le ha sucedido a Del Bosque con su última lista. Tantas explicaciones no convencen y menos cuando éstas resultan contradictorias. La ausencia de Torres (justa), la no llamada a Adrián (inexplicable), la convocatoria de Thiago, Soldado, Negredo y Muniain (discutibles) y la no inclusión de Borja Valero, De Marcos e incluso Isco (cuestionables) son demasiados frentes abiertos.
Pero lo peor no son las decisiones –todo español llevamos un seleccionador dentro- sino las palabras del seleccionador argumentando la inclusión de unos y la ausencia de otros. El mismo razonamiento usado para excluir a unos jugadores sirve para llamar a otros: prescinde de FernandoTorres y de Pedro por “comportamiento irregular y por “un presente rabioso”; sus recambios son Soldado (desacertado en este primer tramo de 2012) y Negredo (7º goleador del campeonato con 6 goles por detrás del propio Soldado, Llorente, Michu, Cesc, Barral y Rubén Castro e igualado a tantos con Adrián). Cuenta con Muniain porque “tenemos que premiar a aquellos jugadores que están jugando bien” pero no con Adrián. La llamada del jugador del Athletic es justificada por el seleccionador como un guiño al equipo vizcaíno, club con 4 futbolistas en la categoría absoluta y otros 4 en la Olímpica. Puestos a hacer guiños, que se los haga al Atlético de Madrid, que lleva 3 años sin ningún futbolista en el once de ‘La Roja’. “La poca participación” deja a Albiol fuera de la lista pero los titularísimos Borja Valero, De Marcos o Isco no van; sin embargo, sí se decide por Thiago, intermitente en las alineaciones de Guardiola.
En resumen, demasiadas explicaciones y mínima crítica hacia el seleccionador, que si bien tiene un merecido crédito, su cargo también exige un juicio más objetivo.
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