Ya puede decir el Barça ‘misa’ o Guardiola dar todo tipo de explicaciones pero lo de Messi ayer en el partido de Copa ante Osasuna fue una falta de respeto. Y no, no me refiero a los dos goles del argentino, sino a su inesperada presencia sobre el terreno de juego unas horas más tarde de que el club anunciara mediante un comunicado oficial su baja.
Es una falta de respeto a sus propios compañeros –uno de ellos tuvo que dejar su lugar a la Pulga en la convocatoria final-, una falta de respeto al equipo rival, al mismo que días antes se le intentó convencer para alterar el orden de los partidos de la eliminatoria copera esgrimiendo el ¿mal? estado del césped azulgrana, e incluso una falta de respeto a su misma afición –seguramente algún aficionado culé decidió no ir a última hora al Camp Nou debido a la anunciada ausencia del mejor jugador del mundo-.
Y me llama la atención que aquellos que califican el comportamiento de Messi como ejemplar profesional y alaban su compromiso fuera de toda duda por querer jugar todos los minutos, tengan a Cristiano Ronaldo por egoísta e individualista por los mismos motivos que sirven de loa para el jugador argentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario