Frases

miércoles, 18 de abril de 2012

El fútbol de Mourinho

“El mayor halago que se puede hacer a un equipo es que juega como un equipo”. Son palabras de Mourinho en la previa del partido de Múnich. Pues bien, el Real Madrid no es merecedor de tal piropo. El conjunto madridista es pegada, pura pegada. Posiblemente la mejor pegada del mundo. La pegada de hoy y el espíritu y el carácter de siempre es lo que le mantiene en el ‘top’ de la Liga y de la Champions.  No es una crítica, simplemente un análisis sobre la concepción futbolística de su entrenador.
La ausencia de fútbol  no es nueva ni algo que preocupe demasiado a Mourinho. De hecho, la circulación de la pelota y la posesión  de la misma siempre le han parecido  elementos secundarios en su forma de concebir este deporte. Los valores esenciales de sus equipos son destrucción y pegada. Al luso le gusta el juego vertical, acelerado, sin pausas; le gustan los jugadores de ataque individualistas (Benzema es una excepción). Desconfía de los futbolistas de toque, de aquellos que se asocian. Mourinho es de los que piensan que  el camino recto  es siempre el más rápido. El Real Madrid gana a los rivales arrollándolos. Para ello, la pegada y la condición física son indispensables, y ayer, en Múnich, ni la pegada fue la habitual ni el físico fue el mejor posible.
El resto son detalles. Importantes, pero detalles. Propongo  cinco temas  para debate.
 Coentrao es tan mal defensor como Marcelo pero ataca cien veces peor. Cuesta entender la suplencia del brasileño en detrimento de un jugador con similares características. Cabe reseñar, de todos modos,  el flaco favor que le hizo su compatriota Cristiano desentendiéndose totalmente de labores defensivas durante todo el encuentro .
La falta de pegada del equipo en partidos como los del Allianz Arena destapa las carencias de Khedira, cuyo principal defecto es que empeora  a Xabi Alonso, cuyo estado físico –siendo benévolos- no es bueno. El juego del donostiarra no cuenta con ningún socio a su alrededor. Mourinho no considera a Granero ni a Sahin como competencia del futbolista alemán. La intermitencia y el escaso fondo de Ozil, jugadorazo, tampoco ayuda en demasía a generar futbol en la zona de creación.
Di María es un futbolista alocado, individualista y de una sola dirección capaz de desequilibrar un partido sin contar con nadie pero recién salido de una lesión no es el mismo. Sin su chispa habitual es un jugador del montón.
Casillas es ‘San Iker’ sí, pero en el segundo gol de los alemanes también tiene su cuota de responsabilidad. El portero del Real Madrid debe dominar algo más que la misma línea de gol.
Por último, un detalle que deja bien a las claras la mentalidad de Mourinho a la hora de afrontar un partido de estas características. El banquillo madridista estaba compuesto por Adán, Albiol, Varanne, Marcelo, Granero, Higuaín y Kaká. Da la sensación que sobraba algún defensa, ¿o no?
Pese a lo aquí apuntado, soy optimista. El Real Madrid es más equipo que el Bayern y tampoco necesita ninguna machada para clasificarse para la final de la Liga de Campeones.

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