Pepe no hace distinciones, lo suyo es pegar y no importa a quién. El defensa portugués del Real Madrid vive inmerso en un grado de excitación muy por encima del recomendable. Una alteración que, lejos de atemperarse desde el club, es espoleada con silencios y sin castigos. La conducta de Pepe no es afeada por nadie. Más bien al contrario. Mientras compañeros suyos, Sergio Ramos o Casillas, han sido llamados al orden por su entrenador por intentar apaciguar los ánimos entre compañeros de profesión y al mismo tiempo de selección, Pepe ha sido adulado en pleno proceso de negociación para la renovación de su contrato con el fin de asegurar su continuidad en la plantilla blanca.
La patada de Pepe a Arbeloa es una anécdota, pero fiel reflejo de lo que hoy en día es el Real Madrid. Es el ‘Mourinhismo’, puro y duro. Una corriente cada vez más aislada del mundo exterior. Un movimiento ideológico que ha instalado en la entidad blanca un estado permanente de ansiedad, nerviosismo, efervescencia, enojo, ira, victimismo, esquizofrenia… Un estado contagioso que afecta por igual a jugadores, cuadro técnico, staff directivo y afición, y que no hace ningún bien al madridismo.
Una anécdota más...
ResponderEliminar"Un movimiento ideológico que ha instalado en la entidad blanca un estado permanente de ansiedad, nerviosismo, efervescencia, enojo, ira, victimismo, esquizofrenia… ." ????????!!!!!!!??!!!?
ResponderEliminarTU ESTAS PEOR QUE PEPE!!!!