David de Gea no es Fernando Torres

A veces, por no decir siempre, es mejor estar callado que decir mentiras. Si éstas  acarrean una tomadura de pelo para el sentimiento de muchos aficionados, doble motivo para no decir ni ‘mú’. David de Gea, inmerso de lleno en una lucha cruenta de representantes cuyo único objetivo son los euros, lleva mintiendo a la afición rojiblanca algo más de un par de meses.

Hubiera resultado menos dañino para su propia imagen autoimponerse la ley del silencio. Pero no. El joven portero, tan excelente bajo los palos como mal asesorado fuera del terreno de juego, ha jugado con la ilusión de los atléticos. De Gea sabía desde principios desde abril que la próxima temporada jugaría en el Manchester United. Sin embargo, la relación contractual con sus actuales representantes le ha llevado por la senda de la mentira, la hipocresía y el desmentido. ¿Qué puede decirse de una persona que negocia su traspaso  a Inglaterra con una agencia de representación que no es la suya y lo hace, además, a escondidas de los que le representan en ese momento?

 El dinero en juego de la operación le ha impedido despedirse sobre el césped de una afición que ya le tenía en proyecto de ídolo. Y sí, digo proyecto de ídolo porque algo menos de dos temporadas resultan insuficientes para alcanzar tal categoría en el corazón de los hinchas, y mucho menos cuando su marcha era conocida desde hace meses. De Gea, que aún no ha sido internacional absoluto,  ha alcanzado en el Atlético dos títulos continentales y ha decidido abandonar el barco a la primera ocasión que se le ha presentado. Pese a todo, su salida podría haber sido  por la puerta grande y dejando un buen sabor de boca. Su ‘fuga’ a un equipo como los ‘Red Devils’  hubiese sido entendida por todo aficionado colchonero pero sus formas le han llevado finalmente a esconderse bajo unas sábanas para pasar el pertinente reconocimiento médico con el conjunto inglés ("Ver aquí"). El meta español, a pesar de la evidencia de las imágenes, ha intentado  tomar el pelo una vez más a la gente rojiblanca dejando hoy el siguiente comentario en su twitter: "Invitado por el Manchester United para conocer el club, la ciudad junto a mi familia y presentarme una oferta...".

Hay quién compara el caso de De Gea con el de Torres y no se dan cuenta que uno del otro se encuentran a años luz. El delantero de Fuenlabrada aguantó ‘carros y carretas’ antes de marcharse del club de sus amores. Torres emergió en Segunda, ascendió con el Atlético a 1ª y vistió la elástica rojiblanca con orgullo portando el brazalete de capitán desde los 19 años. Fernando Torres  rechazó hasta en dos ocasiones (2005 y 2006) suculentas  ofertas del que ahora es su club, rechazó otra oferta inmejorable del Newcastle (2006) y por el camino dijo ‘no’ a Florentino Pérez. En 2007, seis años después de su debut y siendo Internacional absoluto desde 2003, se le acabó la paciencia y siempre de la mano del club buscó un nuevo destino que le reportara un mejor futuro profesional y le satisficiera económicamente al Atlético. Por eso, Torres sigue siendo a día de hoy ídolo en las gradas del Calderón; De Gea se ha quedado simplemente en un proyecto de ídolo rojiblanco.


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