La selección francesa tiene nombre futbolístico pero en la actualidad carece de nombres. La Federación gala alardea de 1 Mundial (1998) y 2 Eurocopas (1984 y 2000), exactamente los mismos títulos de los que presume España. Por tanto, en cuanto a palmarés de las dos selecciones, una ‘X’. Los dos últimos campeonatos franceses llegaron de la mano de la mejor generación de futbolistas ‘bleus’ en toda su historia, al igual que los dos últimos títulos para nuestro país han llegado gracias a los mejores jugadores españoles de todos los tiempos. Así que otra ‘X’. Ambas ‘equis’, sin embargo, conllevan un pequeño matiz pero importante. La mejor Francia es pasado, mientras que la mejor España es presente.
Esta selección gala nada tiene que ver con la que nos eliminó del Mundial de 2006. Aquella Francia era un equipo campeón, experimentado, competitivo y con grandes individualidades. Zidane, Henry, Vieira, Trezeguet, Makelele, Thuram, Abidal, Barthez y compañía nada tienen que ver con los Lloris, Debuchy, Rami, Mexes, M’Vila, Diarra y Nasri de la época actual. El país vecino solo cuenta con dos jugadores de jerarquía, dos futbolistas del más alto nivel: Ribery y Benzema. Ambos se encuentran en un peldaño similar al de los internacionales españoles. El 7 y el 9 galo son piezas importantes en sus respectivos equipos, dos grandes de Europa, y gozan de la experiencia suficiente para ser competitivos bajo presión y máxima exigencia. Del resto de compañeros, sin embargo, no se puede decir lo mismo.
Francia es un equipo en construcción. Laurent Blanc aún busca una identidad para su selección, demasiado irregular en su juego. El seleccionador francés es un enamorado del estilo español y quiere implantar un sello similar en el cuadro ‘bleu’ pero aún no es un conjunto reconocible, no es fiable. Lógico porque vienen de tocar fondo. La última Eurocopa y el último Mundial de Francia acabaron en sendos fracasos. En ninguno de los dos torneos fueron capaces de lograr una sola victoria. Los cuartos de final, para muchos de los jugadores franceses suponen una novedad, algo desconocido y que experimentarán por primera vez ante España. Inexperiencia que normalmente se paga. España, durante años, ha disfrazado ese mal de altura con un par de frases muy recurrentes: “jugamos como nunca y perdimos como siempre” y “a cuartos y para casa”.
Fútbol + intangibles
España es mejor que Francia porque tiene mejores futbolistas. Así de simple. España es la cuartofinalista más goleadora, la menos goleada, la que más posesión de balón tiene y la que más tiros a puerta realiza. Y todo ello sin ejecutar a la perfección su estilo de juego. (Aspectos tácticos aparte, falta velocidad. Los jugadores no se mueven, no se ofrecen del modo que nos tienen acostumbrado. Esa falta de movilidad obliga a dar más toques de los precisos e incluso a una conducción de balón nada habitual en los de Del Bosque. El problema es que cuando se recibe el balón, a diferencia de lo que venía ocurriendo siempre en el combinado nacional, no hay compañeros a quién pasar. Eso nos hace más previsibles).
Además, los intangibles, esta vez, juegan a nuestro favor. El gen ganador y competitivo lo tiene España. La selección nacional defiende título continental y es la actual campeona del mundo. 8 futbolistas del once tipo inicial de Vicente del Bosque en esta Eurocopa superan las 50 internacionalidades y 5 de ellos están en el top 10 de los que más veces han vestido la camiseta de España (Casillas, 134; Xavi, 112; Xabi Alonso, 99; Torres, 96 y Sergio Ramos, 89). Es un grupo acostumbrado a partidos así. España es un bloque, un equipo con una identidad propia y sin dudas en el estilo de juego.
Por todo, la apuesta por España es segura. Los mejores se exigen en las grandes citas y las eliminatorias, a partir de cuartos de final, lo son.
Twitter: @Blog_ElCanchero
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No nos damos el valor que tenemos pero con los franceses ya pecamos de arrogantes y nos sobaron el morro...así que menos sacar pecho, ya tendremos tiempo de hacerlo cuando ganemos la Eurocopa.
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