Las selección y las redes sociales

Un grupo ha de regirse por unas normas. Más de uno se ha llevado las manos a la cabeza estos días por la intención de la RFEF de prohibir el uso de redes sociales a los jugadores de la selección española. Pues bien, he de decir, sin que sirva de precedente, que el organismo federativo ha actuado correctamente. 

 El movimiento de la RFEF ha surtido su efecto. Todos sabían que era imposible poner puertas al campo pero al mismo tiempo sabían de la necesidad de avisar a los futbolistas de un mal e inadecuado uso de de las redes sociales. Las consecuencias de una utilización incorrecta de las herramientas de comunicación no sólo las paga el protagonista, sino que daña al colectivo. La pose tirana de la RFEF contribuirá, sin duda ninguna, a que nuestros internacionales obren con una mesura, tacto y racionalidad que de otra forma hubiera resultado harto complicado. Simplemente se les ha pedido que actúen con “sentido común”, aspecto que no está de más sabiendo que muchas veces es el menos común de los sentidos. Si bien es cierto el aforismo jurídico que dice que la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, mucho mejor que todos conozcan las normas desde un principio para que luego nadie se lleve un escarmiento. 

 Así las cosas, los 23 jugadores que representarán a España en la Eurocopa podrán hacer uso de las redes sociales. Sin embargo, ninguno de ellos podrá divulgar aspectos relacionados con el ‘vestuario’ así como la imposibilidad de criticar a los países anfitriones de la competición, Polonia y Ucrania. 

 P.D. Los jugadores han apelado a su libertad de expresión para el uso de Twitter y Facebook durante la Eurocopa y sus defensores al hecho de que los aficionados puedan mantener el contacto directo con ellos. No hay que dejar al margen, sin embargo, intereses monetarios que algunos de los futbolistas tienen vinculados a sus perfiles en las redes sociales, bien a través de compromisos publicitarios o mensajes remunerados. 

 P.D. 1 Imagínense lo que puede ser Twitter y Facebook durante los Juegos Olímpicos. Más de 10.000 atletas conectados y ‘enganchados’ permanentemente a las redes sociales.