"Sabemos que va a hacer daño. Le conocen hasta sus compañeros. Es violento y me ha estado amedrentando durante todo el partido", palabras de Fernando Llorente en alusión a David Navarro tras el encuentro de ayer en La Catedral entre el Athletic de Bilbao y el Valencia.
Chapeau para Llorente. Dejemos la tontería del código no escrito, argumentado interesadamente por los futbolistas sudamericanos, que defiende que “lo que sucede dentro del campo, dentro se queda”, y empecemos a desenmascarar a aquellos que, disfrazados de futbolistas, saltan al campo con el único objetivo de golpear, pegar, agredir, hacer daño y amedrentar continuamente al rival. Todos conocemos sus nombres pero el hecho de que sus propios compañeros denuncien públicamente su comportamiento es un gran favor al fútbol.
A Mourinho no habrá que darle la razón cuando no la tenga pero tampoco negársela cuando sí la lleve, y el portugués, en su apreciación sobre Mateu Lahoz, la lleva. El árbitro valenciano es el mejor colegiado de España. Su estilo de arbitraje favorece el fútbol y, por ende, el espectáculo. Lahoz apenas interrumpe el juego y sus partidos se desarrollan a un ritmo muy del gusto del aficionado. 
Teresa Rivero, presidenta del Rayo, llegó al palco avanzada la primera mitad del encuentro Huesca-Rayo Vallecano (min. 31). El hecho de llegar tarde no la privó de cuestionar la profesionalidad de sus jugadores: "Parece que no quieren subir", afirmó la presidenta durante el descanso. Habría que decirle a Doña Teresa que aquí la única persona que está faltando a su deber es ella por no hacer frente al pago de las nóminas de sus trabajadores. 
Si los árbitros no sancionan a este tipo de jugador (Ballesteros, Navarro, Marchena, Alves ó Pepe), deberían ser los Comités los que entraran de oficio con duras sanciones. Sería la única forma de que estos futbolistas cambiaran su violenta forma de jugar.
ResponderEliminarSi David Navarro jugase en el Madrid tened por seguro que ya hubiese sido sancionado.
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