Dani Alves, el Roberto Carlos del Barça

Dani Alves es para el Barça lo que en su día fue Roberto Carlos para el Real Madrid. Zidane no hubiera llegado a alcanzar la excelencia futbolística que mostró en el conjunto blanco si no hubiese tenido a su lado a Roberto Carlos y el Barça no podría jugar de la forma en la que lo hace sin Dani Alves.

El jugador brasileño es una referencia permanente en el juego ofensivo de los azulgranas. Xavi siempre puede elegir entre Iniesta, Villa, Messi, Pedro…y Alves.  El Barça, gracias a él, siempre juega con uno más (lo mismo que piensa Mourinho) cuando ataca.  Sus cualidades –velocidad, desborde, disparo, visión y pase- le convierten en el único futbolista del mundo capaz de organizar a un equipo desde la posición del lateral derecho, tal como afirmara Monchi cuando Alves aún defendía los colores del Sevilla.  Su versatilidad le permite adecuarse a distintas demarcaciones. En su selección ha actuado tanto en el interior derecho como en el lateral izquierdo y en su etapa sevillista llegó a jugar en alguna ocasión hasta de mediocentro.

Alves, criado en una escuela futbolística de Brasil y no en una favela, es un futbolista diferente. Posee un fuerte carácter y una mentalidad ganadora imprescindible para un jugador de equipo grande.  Juega con una intensidad que nada tiene que ver con sistemas tácticos, sino de espíritu puesto sobre el terreno de juego. Es igual de querido y respetado por sus compañeros como odiado por las aficiones rivales.

Su renovación hasta 2015 es la mejor noticia para el Barça.